domingo, 24 de marzo de 2013

Los intercambios comunicativos


¿Cómo es más útil enseñar las funciones comunicativas, por medio de listados o a través de intercambios comunicativos?
Mediante intercambios comunicativos.
¿Por qué?
De este modo el alumno aprende a interactuar, no sólo a repetir fórmulas. Los listados enseñan al alumno a formular frases pero no lo prepara para las respuestas que puede recibir, con lo que no se trabaja la comprensión. Mediante los intercambios comunicativos hace un uso real de la lengua, aprendiendo a utilizarla como un hablante nativo
Piense un ejemplo.
Una conversación entre un turista y un recepcionista de hotel sobre la disponibilidad de habitaciones, servicios ofrecidos y tarifas.

martes, 19 de marzo de 2013

Reflexiones sobre la lectura obligatoria (módulo 2)


Los contenidos funcionales y comunicativos (Francisco Matte Bon)

Si bien al principio me ha resultado una lectura difícil, la verdad es que me ha abierto los ojos en muchos aspectos. Me ha hecho prestar atención y recapacitar sobre algunas cosas.

Interesante el apartado en el que se habla de la importancia de las repeticiones para conceder permiso: “cuando la respuesta contiene una o dos repeticiones de elementos, ningún hablante de español parece dudar en la interpretación, el permiso está concedido […] No sucede lo mismo cuando no se da la repetición”. Subraya además que “el número de repeticiones parece depender del grado de convencimiento que vemos en el interlocutor que profiere el enunciado al que estamos respondiendo” y que “en la interpretación influyen en medida considerable el conocimiento que tenemos de nuestro interlocutor y de su personalidad, así como el contexto”.

Por otra parte, el hecho de que el enfoque nociofuncional ayude a aprender con fluidez y prepare para la comprensión me ha hecho reflexionar sobre lo importante que es “estar preparado para oír lo que es probable que nos digan en un determinado contexto”. De esta forma el alumno conoce cuáles pueden ser la respuestas más habituales en ciertas situaciones y está predispuesto para entender mejor, con lo que se favorece la comunicación.

Por último, tal y como se comenta en el texto, me parece una gran ventaja la flexibilidad del enfoque funcional para organizar objetivos y contenidos. Esto permite al profesor organizar cursos “a medida”, es decir, en función de las necesidades de los alumnos, quienes tendrán desde el principio la sensación de estar aprendiendo y no les parecerá estar perdiendo el tiempo con contenidos que no les interesan.

Actividad en grupo: resumen del artículo de “Los fenómenos de interferencia pragmática” (M. Victoria Escandell Vidal)


A la hora de aprender una lengua no basta con un buen conocimiento y un correcto manejo de la gramática, sino que también es necesario tener en cuenta el complejo conjunto de conocimientos de naturaleza extragramatical, esto es, la pragmática. Cuando este se obvia, pueden producirse interferencias pragmáticas, que en ocasiones dan lugar a malentendidos entre los interlocutores. Según Thomas (1983), existen dos tipos de interferencias: pragmalingüísticas y sociopragmáticas. Las primeras hacen referencia al uso de una fórmula de una lengua en otra diferente, en la que no tiene el mismo significado; mientras que las segundas se producen cuando un hablante traslada a la lengua que aprende las percepciones sociales y las expectativas de comportamiento de su propia cultura. Por lo tanto, es tarea del profesor de ELE la correcta enseñanza de estos parámetros, ya que es necesario para el alumno a la hora de comunicarse en la lengua que aprende.

Actividad 1:


“El objetivo de esta actividad es familiarizar a los alumnos con los tres tipos de interrupciones justificadas que se dan en la conversación española (neutra, pertinente y cooperativa)”.

Esta actividad aborda los turnos de palabra y las interrupciones de los nativos españoles, algo que ya hemos comentado a lo largo del curso en el foro. Con ella se pretende que los estudiantes de español conozcan el sistema de turnos de palabra en nuestra cultura para así evitar interferencias pragmáticas y, por consiguiente, malentendidos incómodos.

Actividad 2:


“Explica a los alumnos que vais a trabajar la comunicación y las relaciones que se establecen entre diferentes grupos sociales y familiares: padre/hijo, jefe/empleado…”

Esta actividad tiene como protagonista las diferencias culturales. A través de ella los alumnos representan una misma situación en distintos contextos, cada vez a través de un rol diferente, para finalmente analizar las diferencias entre dichas situaciones y compararlas con las de sus propios países. Con este ejercicio, los aprendientes de español pueden evitar futuras interferencias tanto pragmalingüísticas como sociopragmáticas a la hora de enfrentarse a situaciones como estas en la vida real.

Actividad 3:


“Ésta es la tercera unidad de una serie dedicada a la enseñanza del español a los alumnos chinos, personas con una lengua, una cultura y una tradición educativa muy distintas de las occidentales, circunstancias que reclaman un modo de proceder y unos materiales didácticos particulares.”

El objetivo de esta actividad es evitar las interferencias pragmáticas cometidas por los alumnos chinos al aprender español. Nos parece una actividad muy completa porque incluye comprensión lectora, interacción oral y expresión escrita y está orientada a todos los niveles. 

Gramática y funciones


Ventajas e inconvenientes de enseñar una lengua a través de actividades de práctica funcional, si nuestro objetivo es enseñar a comunicar en una lengua extranjera.

La verdad es que no le veo ningún inconveniente a las actividades de práctica funcional. Y es que considero que la mejor forma de enseñar y aprender a comunciar en una lengua extranjera es mediante este tipo de ejercicios. Este enfoque le puede ayudar a evitar interferencias porque de este modo el alumno aprende a desenvolverse en situaciones reales y no se limita a la simple práctica gramatical mecánica con frases sueltas y descontextualizadas. En este tipo de actividades se incluyen datos sobre la situación comunicativa y se ayuda a los alumnos a utilizar distintos tipos de exponentes siempre adecuados a la situación concreta para resolver la comunicación. Es decir, aprende el uso de diferentes fórmulas convencionales de acuerdo a la situación, la relación entre los participantes, la región en la que está, sabiendo siempre que no se trata de fórmulas rigidas si no que las tendrá que adaptar. 


Actividad de grupo: las fórmulas convencionales y la comunicación intercultural

Tras debatir en grupo sobre las dos actividades que se nos presentaban, estas son las conclusiones a las que hemos llegado.

¿En cuál de las dos actividades tienen los alumnos mayor libertad expresiva?

Los alumnos tienen mayor libertad expresiva en la Actividad B puesto que en ella no se limitan las fórmulas que puede emplear a la hora de realizar peticiones; lo cual por el contrario sí hace la Actividad A, al reducir las opciones al uso de la forma del imperativo o de poder más infinitivo. En esta actividad se plantea al alumno un único rol, el de jefe, que debe realizar una serie de peticiones a un subordinado.

Por su parte la Actividad B propone al alumno dos situaciones distintas, por una parte el empleado que se dirige al jefe, y por otra la posición inversa, el jefe que se dirige a un empleado. Los alumnos tendrán en este caso que plantearse la mayor o menor adecuación de la fórmula a emplear en cada caso, al deber tener en cuenta quién pide y qué relación tiene con el destinatario de la petición, así como la situación en que se encuentran ambos. De este modo, además de poder utilizar las fórmulas que proponía la Actividad A, imperativo o poder + infinitivo, que se adecuarían más al papel desempeñado por el alumno B, también permite incorporar otro tipo de fórmulas para realizar peticiones indirectas.

¿Cuál es mejor para aprender a realizar peticiones en español? ¿Por qué?

La actividad B es más completa porque permite al alumno plantear peticiones utilizando diferentes fórmulas, tanto directas como indirectas. De este modo puede entender y practicar, desde el punto de vista de la adecuación de una forma de expresarse en una determinada situación (puede practicar tomando el rol de secretario y/o de superior). Sin embargo, queremos matizar que la B es más compleja y menos pautada y por lo tanto que debemos tener en cuenta el nivel de los estudiantes y si han hecho un trabajo sobre las peticiones previamente. Asimismo consideramos la Actividad B más adecuada para aprender a realizar peticiones en español, porque mientras que la Actividad A es de tipo gramatical y se centra en el manejo de las estructuras, planteando la creación de frases aisladas; la B ofrece al alumno la posibilidad de elaborar enunciados con un objeto comunicativo, contribuyendo así al desarrollo de su capacidad de comunicar en lengua extranjera.

¿Permiten las dos actividades valorar si el alumno sabe formular peticiones de manera adecuada? ¿Por qué?

Aunque ambas actividades permiten valorar si el alumno sabe formular peticiones, se trata de actividades diferentes (una oral y otra escrita) con objetivos distintos.

La actividad A se centra menos en la adecuación y más en la gramática. Permite ver si el alumno es capaz de hacer oraciones gramaticalmente correctas para una situación concreta, pues se informa en el enunciado de ambas tanto sobre quién es quien pide, qué relación tiene con el destinatario de la petición y en qué situación se encuentran ambos. Es decir, no cuenta con el plano pragmático, al ofrecérsele de antemano las fórmulas que debe elegir para ello (imperativo o poder infinitivo). La adecuación de una fórmula convencional depende, entre otros, de la identidad del emisor y del destinatario y en esta actividad se mantienen fijos.

Por su parte, en la actividad B se busca la capacidad del alumno de cubrir una necesidad comunicativa. Pero permite además valorar si el alumno realmente entiende las fórmulas más utilizadas dentro de la cultura española, es decir, si son socialmente adecuadas atendiendo a lo que se pide y la diferencia jerárquica jefe-empleado.

¿Utilizaría en clase las dos actividades, solamente una o ninguna? ¿Por qué?

Consideramos que ambas actividades podrían emplearse en el aula, con objetivos y motivos distintos, pudiéndose considerar complementarios en un determinado nivel de aprendizaje. De este modo, la Actividad A aborda la formulación de peticiones desde un punto de vista gramatical, mientras que la Actividad B, ofrece al alumno la posibilidad de adecuar la fórmula que considere más adecuada en función del contexto.