Tras
haber leído el texto "Lengua y comunicación, tres décadas de cambio" de Álvaro García Santa Cecilia, éstos son los conceptos que destacaría:
La lengua
es un sistema de comunicación interpersonal y por tanto debe ser estudiada
teniendo en cuenta su dimensión social. El alumno forma parte de una comunidad
y necesita saber desenvolverse en ese idioma en su día a día por lo que es
necesario un enfoque más pragmático que no sólo enseñe a construir
"enunciados correctos gramaticalmente" sino también discursos
eficaces.
Con los
años va cambiando el rol tanto del profesor como del alumno. El profesor pasa a
ser más activo, con más capacidad de improvisación y tiene más libertad a la
hora de organizar sus clases, dejando atrás la idea de "profesor de la
vieja escuela". Por otro lado, el alumno pasa a ser el foco de atención. A
la hora de organizar los programas de enseñanza se tienen en cuenta los
factores extralingüísticos que pueden influir en la clase y se tienen en cuenta
las necesidades del alumno. Esta evolución en el enfoque de la enseñanza de
idiomas viene de la mano de los estudios que se han hecho en otras ciencias
como la psicología, la lingüística, la educación y la pedagogía, los cuales
abogan por un alumno autónomo. En otras palabras, el alumno va adquiriendo cada
vez más responsabilidad en su propio aprendizaje. Soy un tanto escéptica en
este punto ya que me parece que este cambio en los roles no se ha llegado a dar
totalmente en la realidad y que es más un cambio en el plano teórico (partiendo
siempre desde mi experiencia como estudiante de idiomas).
A lo
largo del texto queda claro que la lengua, y por ende, la enseñanza de la
misma, sufren un cambio constante (no hay más que ver cómo ha cambiado el
enfoque desde que se publicase “Threshold Level” hasta la aparición del “Marco
de referencia”) y que será difícil, a la vez que un sinsentido, crear un método
universal de enseñanza. Personalmente encontraría útil un método que reuniese
un poco de cada uno. Siempre he estado y estoy a favor del método audio-oral
para crear unos hábitos en el alumno pero a día de hoy me parece innegable la
importancia que tiene el entorno social y las características personales del
estudiante. Por lo tanto es indispensable plantear el aprendizaje de una lengua
como una introducción paulatina en la cultura (y no sólo en el idioma) meta y
eso se conseguirá principalmente a través de ejercicios que acerquen las
situaciones cotidianas al aula siendo los propios alumnos quienes las recreen.
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