“Gramática y comunicación en
la clase de español como lengua extranjera” (Lourdes Díaz y Mª José Hernández)
Me ha parecido un texto muy
didáctico, en el que, apoyados con ejemplos prácticos, se nos presentan varios
conceptos e ideas de forma sencilla. Me gustaría subrayar algunos de ellos, los
que me parece que resumen mejor la lectura.
- Gramática y comunicación
son términos indisociables.
- Es necesario que la
presentación de los contenidos gramaticales parta de una descripción de la
lengua basada en un análisis práctico del uso del español, uso bastante alejado
en muchas ocasiones de la norma y articulado por reglas que difieren bastante
de las presentadas en muchas de las gramáticas descriptivas: es decir, la
lengua hay que estudiarla en su contexto para aprenderla e interiorizarla con
todos sus matices y excepciones. No basta con memorizar sus posibles usos. Como
se dice en el texto un poco más adelante, “la consideración de las reglas de
uso genera una nueva visión de la gramática y, en consecuencia, una nueva
formulación de reglas que den cuenta (…) de los fenómenos que regulan el
discurso en español”.
- Las actividades de comunicación
no se caracterizan por la emisión de sonidos estructurados en frases, sino por
constituir intercambios entre interlocutores que crean un discurso en un
determinado contexto. Al ir creando un discurso, la comunicación evoluciona.
- Nuestros estudiantes
aprenden gramática cuando hablan, escuchan, leen o escriben, y “piensan sobre
ella” en las clases de “gramática”, en las que, en realidad, se realizan
procesos metalingüísticos de reflexión que no siempre garantizan la adquisición
e interiorización de reglas: pone de manifiesto la importancia de un uso real
de lengua y el hecho de que se aprende practicando. Las clases de gramática son
importantes para reflexionar sobre la lengua y aprender unas nociones básicas
que el alumno luego tratará de aplicar en su vida cotidiana para aprender a
usarlas.
- Es importante y necesario
plantearse cuál es el objetivo del aprendizaje del alumno y que éste valore su
propio proceso de aprendizaje. Debe entender que el error es un signo de
adquisición. Debe ser activo en el aprendizaje porque así será más efectivo.
- Los intercambios con los que
trabajará el alumno deben ser comunicativos, auténticos y verosímiles,
representativos del uso del español, es decir, deberían incluir recursos tales
como nuestros tan socorridos “bueno”, “pues”, “eso”. No deberían presentar una
lengua de manual.
Hola Nerea: en tu blog se nota que las Nuevas Tecnologías, no tienen secretos para ti!!!me alegro por ti!!
ResponderEliminarun abrazo
Unas reflexiones muy acertadas. ¡Gracias por ellas!
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