miércoles, 10 de abril de 2013

M1 UF2 Actividad 4: Mis creencias


La primera creencia que me ha hecho reflexionar ha sido la de profesor nativo o no. Siempre he estado a favor de los profesores nativos pero reconozco que no basta con serlo, sino que es necesaria una formación como docente de lenguas extranjeras para poder aclarar dudas a los alumnos y tener una base sólida para impartir clases. Por este mismo motivo puede que una persona no nativa pero con un alto grado de formación sea más capaz de realizar el trabajo. Además, al haber sido ella misma aprendiente de dicha lengua, sabe cuáles son los problemas que puede tener un alumno en el aprendizaje y le podría resultar más fácil manejarlos. De todas formas creo que el caso ideal sería el de nativo con formación como enseñante de lenguas extranjeras.

Otra idea que no comparto es la de que en clase el profesor enseña la forma de aprender que él considera más adecuada. El puede tener una estrategia preferida pero cada alumno es un mundo y creo que debería dejarles descubrir cuál es la que mejor funciona para cada uno. Creo que no se debería centrar en aconsejar una forma de aprender sino que debería enseñar más de una para que cada estudiante encuentre la que mejor se adapta a él.

Por último, al hilo de lo que comentaban mis compañeros de grupo sobre el mejor método de evaluación, durante mucho tiempo yo también he estado convencida de que los exámenes eran el único modo de controlar y medir el aprendizaje. Esta creencia está sin duda marcada por mi etapa como estudiante, en la que la evaluación se hacia casi siempre mediante exámenes. Cuando llegaba un profesor que decidía innovar un poco y evaluarnos de otra forma siempre había alguien que decía: “¡aprobar sin examen tiene que ser facilísimo!” o “¿seguro que es un profesor serio si no os hace ningún examen?”. Poco a poco he ido descubriendo que existen otras formas de controlar el proceso de aprendizaje y de aprender. Por poner un ejemplo, hace un par de años empecé a estudiar italiano y en todo este tiempo sólo he hecho un examen. Esto no quiere decir que no haya aprendido nada por no tener la presión del examen. Es más, creo que está siendo el idioma que estoy aprendiendo de una manera más efectiva. Me voy marcando objetivos y yo misma en mi día a día voy comprobando si los cumplo o qué tengo que modificar para llegar a ellos, una especie de autoevaluación.

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